Chile en Movimientos Capítulo 3
Universitarios ayer, gobernantes hoy
El tercer capítulo de la serie “Chile en movimientos” nos sitúa entre los años 2011 y 2019: la segunda gran movilización estudiantil y el estallido social que abrió paso al actual proceso constituyente. En el 2011, estudiantes universitarios (incluyendo al actual Presidente del país, Gabriel Boric) salieron a las calles a plantear la necesidad de una educación “pública, gratuita y de calidad”. Esa demanda por una mayor intervención del Estado en la protección de derechos sociales también cobró fuerza en octubre de 2019, un momento de crisis social e institucional en que distintos sectores políticos acordaron iniciar un proceso para cambiar la constitución política creada en dictadura casi 40 años atrás. Policymakers, ex ministr@s y autoridades de la época nos dan detalles de los cambios profundos que experimentó Chile entre 2011 y 2019.
Credits
Interviewees:
Fernando Atria
Cristian Cox
Karina Delfino
Sylvia Eyzaguirre
Raúl Figueroa
Clarisa Hardy
María Isabel Díaz
José Weinstein
Hosts and Producers: Daniela Hernández & Carlos Navia
Post-production Producer: Álvaro Acevedo
Executive Producer: Will Brehm
Translation and Social Media: Nicole Tapia
Music Credits
Uncertain Ground
Album: Duck Lake
Published: 06/18/2020
ISRC: USHM21898363
Publisher: Blue Dot Studios
Checkered Blue
Album: Muffuletta
Published: 10/28/2020
Publisher: Blue Dot Studios
Gathering Stasis
Album: Onesuch Village
Published: 12/21/2016
Publisher: Blue Dot Studios
Delicates
Album: Eltham House
Published: 03/30/2022
Publisher: Blue Dot Studios
Capilla
Album: Castle Danger
Published: 06/15/2020
ISRC: USHM21882038
Publisher: Blue Dot Studios
Chapter Cover Art:
Title: Protestas en Chile 20191022 11
By: Carlos Figueroa
Licensed under CC BY-SA 4.0.
Source: wordpress.org
Este es el tercer capítulo de la serie “Chile en Movimientos”. Si no has escuchado el primer y segundo capítulo, pausa ahora mismo, devuélvete y comienza a escuchar desde ahí.
Carlos: Bienvenidas y bienvenidos a este tercer capítulo de la serie “Chile en movimientos”. Somos Daniela Hernández y Carlos Navia, y esto es Aula Divergente, una producción de FreshEd en español. Acompáñanos a conocer el periodo que se extiende en Chile entre el 2011 y el 2019, donde suceden dos hitos históricos que nos ayudarán a entender lo que ocurre hoy en este país. Una historia y un futuro reconstruido a partir de la voz de sus protagonistas y representantes desde la política y la academia chilena.
Dani: Así es, Carlos. Pues bienvenidos y bienvenidas. Es increíble que ya estemos en el capítulo 3. Y como tu mencionabas Carlos, en este capítulo vamos a hablar de 2 hitos muy importantes que surgieron después de la revolución pingüina de la que hablamos anteriormente. Tenemos ahora las movilizaciones del 2011 y el estallido social que hubo en el 2019 que fue el que dio paso al actual proceso constituyente. Y como vamos a hablar de este periodo, Carlos, así como lo hicimos anteriormente, me parece muy importante que podamos hacer una breve recapitulación de los gobiernos que hubo en este periodo, más o menos desde el 2006 hasta la actualidad.
Carlos: Claro Dani, de hecho, tenemos 2 presidentes para 4 periodos consecutivos. Sabemos del 2006 al 2010 Michelle Bachelet y es allí donde se produce la llamada revolución pingüina a la que dedicamos el capítulo anterior. Del 2010 al 2014 el primer gobierno de Sebastián Piñera, y hoy tendremos protagonistas de ese gobierno como invitados e invitadas. Le sigue a ese gobierno el segundo mandato de Michelle Bachelet entre el 2014 y el 2018. Y tendremos también a una protagonista de ese gobierno. Y finalmente, entre el 2018 y el 2022 se produce el segundo gobierno de Sebastián Piñera el cual es aquel donde se suscitan las movilizaciones del 2019 que como tu decías abren paso al proceso constituyente que acaba de terminar en el sentido de que recientemente el 4 de Julio se entregó el borrador de nueva constitución.
Dani: Así es Carlos, entonces tenemos dos gobiernos de Michelle Bachelet y dos gobiernos de Sebastián Piñera intercalados. Y otra cosa Carlos que me parece clave que podamos resaltar es el hecho de que muchos de los líderes de esa movilización del 2011 son quienes ahora dirigen el gobierno chileno. Son lideresas y líderes que eran universitarios en ese entonces y que poco más de 10 años después asumen el gobierno.
Carlos: Haber hecho este recuento para poner en relieve que hubo dos presidentes, Bachelet y Piñera, para cuatro gobiernos, es importante si nos damos cuenta ahora de que esas dos grandes coaliciones que gobernaron en Chile, por así decirlo la centro izquierda y la centro derecha, se ven interrumpidas por la arremetida de este gobierno actual del presidente Gabriel Boric quien fue líder el 2011 de las movilizaciones universitarias. Junto por ejemplo a la actual ministra del interior, Izkia Siches, o la actual vocera de gobierno, Camila Vallejos. O así mismo a quien está encargado de llevar la relación entre el gobierno y el congreso nacional chileno que es el ministro Giorgio Jackson.
Dani: !Wow Carlos! Tremendo cambio el hecho de que estos líderes hayan sido ahora escogidos como dirigentes del país. Y yo me puedo imaginar fácilmente que hay muchas posturas frente a este hecho. Pero ciertamente es innegable decir que han contado con el apoyo de un amplio segmento de la población que finalmente los terminó eligiendo como dirigentes y que seguramente comparten la perspectiva que Clarisa Hardy nos expresó en la entrevista que tuvimos con ella:
Clarisa Hardy: A Chile le hacía falta un cambio generacional. No por la edad. Hablo de quienes no traen una mochila en la espalda de conflictos del pasado y que son capaces de mirar desde el momento en que están parados en esta sociedad un proyecto futuro.
Carlos: Bueno Dani, habiendo hecho esta contextualización que nos permite entender la importancia de las movilizaciones estudiantiles del 2011, que ahora tiene a esos líderes y a esas lideresas encabezando el gobierno de Chile, qué te parece si nos adentramos en las demandas del 2011 y escuchamos a algunos de los y las protagonistas que hemos tenido en aula divergente.
Dani: Perfecto Carlos, pues arranquemos por escuchar lo que pasó en voz de Clarisa Hardy.
Clarisa Hardy: Surge esta demanda en los estamentos superiores de la educación precisamente porque los gobiernos previos lo que habían resuelto era el acceso educacional. Chile tenía una de las tasas más altas de accesibilidad al sistema escolar en todos los niveles de América Latina. Sin embargo, la gran demanda era por la segregación del sistema educacional, particularmente en la educación superior, porque como tenías acceso a la educación básica y a la educación media, el gran colador, la gran discriminación se da al ingreso de la educación superior. Y, adicionalmente, con un gran debate sobre la segregación de la calidad educacional.
Carlos: Claro, y así mismo sería conveniente escuchar a José Weinstein:
José Weinstein: Y creo que lo mismo ocurrió con la educación superior a partir del año 2011. Osea también, así como la educación general, escolar se movilizó y cambió a partir de una movilización social que manifestó una insatisfacción ciudadana importante, creo que lo mismo volvió a ocurrir el año 2011 con la educación superior. Porque el cambio de la Ley General de Educación, no nos olvidemos, no tocó ese capítulo. Y el movimiento estudiantil se encargó de recordar que había cosas que tocar de ese capítulo.
Dani: Y Cristian Cox también nos cuenta su perspectiva sobre el 2011.
Cristian Cox: Porque recuerden, la expansión del movimiento es desde un núcleo politizado que tiene discurso indistinto de sobre qué es el modelo neoliberal, etc. Se expande por las ciudades y todos los rincones de la educación secundaria donde os jóvenes no estaban politizados. Y no sabían los detalles de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, pero sí sentían en su piel que las posibilidades de ascenso en la educación superior a la que tenían acceso, y eso es fruto de las reformas anteriores, tenían una fuerte marca social de clase, de estratos. Y esa es la base del movimiento.
Carlos: En parte vinculado con lo que nos cuenta Cristián Cox, tenemos las palabras de Karina Delfino.
Karina Delfino: Yo creo que cada vez que avanzaron en estas movilizaciones grandes fueron incorporando temas que son más estructurales. La del 2011 incorpora ya hacer un cambio en la constitución, osea hace el link entre que no se puede mejorar la calidad de la educación sin que se cambie la constitución. Habla ya de reforma tributaria. Cosas que nosotros no nos metimos, nosotros nos quedamos solamente como en la reforma educacional y en los temas que nos afectaban a nosotros como colegio. Osea yo en el fondo cada vez que veo un colegio que está en mal estado me acuerdo de mi colegio en mal estado; cada vez que escucho a una persona que tiene una necesidad, me acuerdo de las necesidades que tenía mi mamá cuando yo era chica. Entonces creo que haber tenido todo esto, haber estudiado en un colegio público. De sentir la rabia -yo pasé de un colegio con número, chiquitico aquí en Quinta Normal, que se llama República de la India, a un Colegio grande emblemática del Centro que es el Liceo 1- y de haber sentido esa rabia, de haber dejado a mis compañeros a que se fueran al colegio de al lado, destinados a sacar 400 puntos en la PSU y que mi mamá se haya preocupado de mí y me haya postulado a un Colegio del Centro y que por eso yo entré a una buena Universidad, y que muchos que tienen capacidades y habilidades en el fondo estudiaron en colegios malos, no más. En el fondo esa rabia que te da, también sirve para ir transformando las cosas, y hoy día desde otra óptica.
Dani: Bueno Carlos, pues personalmente me encantan las perspectivas que acabamos de escuchar porque creo que nos dan una visión que va más allá de la demanda legal en sí misma, y muestran que estas movilizaciones surgen desde la frustración que estos jóvenes universitarios vivían en su experiencia. En la dificultad que ellos mismos experimentaban para acceder a la Universidad, para pagar la prueba de admisión a la universidad -la PSU-, entre otras cosas. Y por eso, al final, la demanda era por una educación pública, gratuita y de calidad. Pero, Carlos, ¿qué pasó con esas demandas después? ¿Hubo alguna respuesta de parte del Estado?
Carlos: Clave esa pregunta, Dani. Y para poder aproximarnos a una respuesta convendría escuchar a quienes formaban parte del gobierno de la época, que trabajaban en el ministerio de educación y que se enfrentan a estas movilizaciones estudiantiles. Tenemos, en este capítulo, la grata presencia de Sylvia Eyzaguirre y de Raúl Figueroa, quienes formaron parte entonces del primer gobierno de Sebastián Piñera en el área educativa.
Sylvia Eyzaguirre: ¿Cómo se resuelven las demandas políticas? Con la democracia. Es la democracia la que tiene que decidir, verdad, es a través de un programa de gobierno, con el presidente que uno elige y con los diputados y senadores que uno elige, cuál es las políticas que se deben instalar en el país. En ese momento, habían elegido a Sebastián Piñera, un presidente de la centro derecha, de un partido como renovación nacional, por un programa clarísimo que no comprendía esos valores ideológicos en educación, y por lo tanto, por la fuerza, le estaba imponiendo otro plan político con otros principios en temas de educación. Y eso es complejo porque eso se resuelve democráticamente.
Raúl Figuera: La estructura de un estado subsidiario basado en la libertad individual y en que los individuos son partícipes de la política pública se había manifestado con fuerza y se apunta entonces a modificar esa estructura. Y eso parte de alguna manera en el 2008, con fuerza el 2011 donde ya el objetivo no eran las modificaciones del mundo escolar, sino que al financiamiento de la educación superior, y luego se concreta en parte con reformas estructurales que se hicieron durante el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Carlos: Bien Dani, dos protagonistas entonces de la época, que desde el ministerio de educación tuvieron que enfrentarse a las demandas planteadas por el movimiento estudiantil del 2011. Lo que plantean Sylvia Eyzaguirre y Raúl Figueroa nos permite entender cuál es la posición del gobierno, cómo es que ellos se aproximan a las peticiones de los y las estudiantes y resulta clave lo que dice hacia el final Raúl Figueroa, quien sugiere que es en realidad en el gobierno posterior, vale decir, en el segundo gobierno de Michelle Bachelet entre el 2014 y el 2018, cuando se producirían ciertas reformas estructurales que dan acogida a las demandas estudiantiles del 2011. En un sentido similar al de Raúl Figueroa, Cristián Cox propone de hecho que es en este segundo gobierno de Michelle Bachelet donde se da acogida también a las demandas estudiantiles del 2006.
Cristián Cox: Y luego el segundo gobierno de la presidenta Bachelet, al tercer periodo gubernamental post-pingüinos que saca tres leyes: una Ley de inclusión, una Ley de Nueva Educación Pública que se encarga del tema de la administración municipal de la educación, y una Ley de Carrera Docente. Las tres se pueden leer e interpretar con el prisma de lo que ocurrió en el 2006.
Dani: Por su parte, María Isabel Díaz, a quien presentamos en el capítulo anterior y quien fue subsecretaria de educación parvularia de este segundo gobierno de Michelle Bachelet, y que actualmente fue otra vez convocada para el mismo cargo en la presidencia de Boric, nos describe en primera persona cómo fue su experiencia al implementar estas leyes de las que nos habla Cristián Cox:
María Isabel Díaz: Si uno pone en contexto en ese periodo del gobierno de la presidenta Bachelet, fue una de las reformas más estructurales que ha tenido la historia en la educación en Chile. Con más de 30 leyes que tuvimos que nosotros accionar en los distintos niveles educativos. Muchas de ellas, leyes bastante estructurales para el sistema. Bueno, uno de los cambios más significativos que se vivió en esa reforma se conoce como la Ley de Inclusión, y ahí lo que hace es cambiar la estructura del sistema y eliminar todo lo que tiene que ver con el lucro en educación, que eso fue tremendamente discutido, todo lo que tiene que ver con la selección y con el copago. Entonces eran tres factores que había que eliminar y no fue fácil. Eso fue salir de un componente que era tremendamente neoliberal. Lo segundo, bueno, lo que se hace es generar la nueva educación pública, que es cambiar de administración, y lo que hacemos es que los colegios que están ubicados en los municipios puedan transitar hacia lo que se conoce como los servicios locales. Y luego, bueno, pasó a la historia, lideramos ahí un trabajo que está dimensionado en tres áreas que era: seguir incrementando la cobertura en educación inicial, levantar no es cierto esta institucionalidad, inyectar más factores que son los que acompañan la calidad educativa y por cierto también mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en los distintos establecimientos.
Carlos: Habiendo hecho este contexto, Dani, y de lo que implican las demandas estudiantiles del 2011, sería bueno realizar un ejercicio que ya planteamos en capítulos anteriores consistente en analizar cómo el gobierno de la época reacciona a las demandas de estos movimientos. Vimos en su momento lo del 2006. Veamos ahora cómo en el 2011 el ministerio de educación y el gobierno de turno reaccionan a las demandas estudiantiles.
Sylvia Eyzaguirre: A ver, las prioridades del gobierno de Sebastián Piñera primero eran fortalecer la educación del estado apuntando a calidad y a saber cómo flexibilizaban el estatuto laboral. El otro gran tema que abordó el gobierno de Piñera y una gran prioridad del gobierno de Sebastián Piñera fue fortalecer la educación parvularia. Esa era una de las prioridades. Y cómo cambió, bueno una de las grandes demandas del 2011 además de estas demandas ideológicas, tuvo que ver con el CAE, con este crédito con aval del estado que permitió a muchísimos jóvenes ingresar a la educación superior, pero a tasas de deudas muy altas del 5% y justo nos tocó recibir a los estudiantes que ya estaban egresados y que muchas veces no tenían condiciones para poder pagar el crédito y estaban cargando una mochila demasiado pesada. Y eso no estaba dentro de la agenda del gobierno, y para poder resolver el conflicto que era uno de los temas clave y que tenían totalmente razón los estudiantes, era cómo podíamos renegociar estas deudas y cómo re-pensar un sistema de crédito que permita a los estudiantes que no tienen recursos para pagar su educación superior ingresar a la educación superior, y que luego puedan retribuir en la medida de sus posibilidades al financiamiento de esa educación superior. Y eso fue algo que se hizo en el gobierno de Sebastián Piñera y que no estaba en la agenda producto del movimiento 2011.
Dani: Muy bien, y aunque el gobierno de turno en el 2011 hubiera reaccionado a estas demandas estudiantiles, como ya lo dijimos anteriormente, las respuestas más profundas a estas movilizaciones se hicieron esperar un poco más y tomaron principalmente lugar en el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Carlos: Claro, Dani, de hecho, el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, en el 2014 lo que hace es tener estas demandas a la vista para construir un programa de gobierno que es aquel en que sostiene su candidatura presidencial, y ese programa de gobierno que intenta ser transformador aborda las demandas estudiantiles principales del 2011. En este sentido, vamos a escuchar a quien fuera la primera sub-secretaria de educación parvularia en la historia de Chile, que es María Isabel Díaz, quien trabajara con Michelle Bachelet en este segundo gobierno entre el 2014 y el 2018.
María Isabel Díaz: La visión de estas treinta iniciativas legales, justamente tenían que ver con cambios estructurales. Uno era el sistema de educación pública, el otro era la carrera docente, el otro es cómo avanzar en una infraestructura pública distinta que fue modelando por ejemplo la construcción de estos jardines infantiles nuevos. Bueno y todo lo que tiene que ver con los que se conoce como la desmunicipalización. Todos esos eran requerimientos que los estudiantes por más de 10 años estuvieron demandando y finalmente se tomó una decisión profunda, estructural de lograr efectivamente un cambio.
Dani: Muy bien Carlos, pues hasta aquí es claro que cada gobierno tiene unas dinámicas y una temporalidad muy distinta. Tenemos gobiernos como el de Sebastián Piñera que se enfrentó a las movilizaciones y tuvo que ver qué hacía en relación con la agenda que el ya había planeado al ser elegido como presidente. Mientras hay gobiernos, como el segundo de Michelle Bachelet, quien ya entra con una propuesta clara en su agenda de incluir las demandas que se habían planteado en el 2011. Y claramente esto también define el tipo de respuesta que cada gobierno dio a estas movilizaciones. Algunos propusieron cambios estructurales, mientras que otros resolvieron tener respuesta a través de acciones concretas y más inmediatas. De cualquier manera, Carlos, me parece muy importante que nos podamos adentrar un poco en esta perspectiva de estos dos gobiernos -tanto del de Sebastián Piñera como el de Michelle Bachelet- en cómo decidieron abordar estas demandas sociales que se presentaron. Por una parte, contamos con la visión de Raúl Figueroa y por otra, con la visión de Clarisa Hardy
Raúl Figueroa: Es muy importante dejar claro que los programas de gobierno se hacen sobre la base de las necesidades de un país, y no necesariamente sobre las exigencias de determinados grupos de interés. Y la gran ventaja que tienen los gobiernos de las sociedades democráticas es que cuando ganan, lo hacen porque tuvieron el respaldo de una amplia participación de la ciudadanía. Y desde ese punto de vista, tanto en lo que fue el primer gobierno del presidente Piñera y particularmente en el segundo donde el tema educativo tuvo una relevancia importante en su campaña, la conclusión que uno tiene que sacar es que ese programa fue apoyado por un amplio número que querían esas propuestas y no otras. Y en ese sentido a mí me preocupa muchísimo, y aquí voy a extrapolar un poco tu pregunta no solo a los estudiantes, sino que a diversos grupos organizados y cómo en algunos momentos o gobiernos, las agendas se distorsionan sobre la base de el servilismo a determinados grupos que capturan intereses mayores.
Clarisa Hardy: Y lo primero que me entero como ministra, descubro que los reclamos de las organizaciones populares en los sectores más vulnerables no son las condiciones básicas de vida, sino que estas ya cambiaron. Demandan gratuidad en la prueba de selección para la universidad, porque sus hijos ya podían estudiar en la educación básica, ya podían estudiar en la educación media, pero tenían claras limitaciones para ingresar a la educación superior desde el momento en que la prueba de selección ya era pagada. Primera medida de Bachelet, que no estaba contemplada en su programa fue la gratuidad de esta prueba. Que fue un descubrimiento en el terreno no haber sido capaces de percibir cómo los propios progresos de la sociedad te generaban sus déficits. Es decir, había una fotografía que no veíamos. Eso habla de lo que decía, de la miopía del sistema político de lo que estaba ocurriendo con la sociedad. Miopía que me temo, subsiste.
Carlos: Que bueno Dani, haber escuchado tanto a Raúl Figueroa como a Clarisa Hardy, lo que da cuenta de la pluralidad de visiones que hay acá en Aula Divergente. Entonces tenemos, por una parte, una creencia de que el gobierno debe ser fiel a aquel programa por el cual fue escogido por la ciudadanía, versus, una creencia distinta que apunta a que una cosa es el programa y otra cosa es la flexibilidad que se debe tener cuando aparecen ciertas demandas de gran entidad que exigen una respuesta.
Dani: Bueno Carlos, pero más allá de cómo estos gobiernos se aproximaron y respondieron a estas movilizaciones y a estas demandas que se hicieron en el 2011 lo cierto es que hubo respuesta en ambos gobiernos, tanto en el gobierno de Sebastián Piñera como en el gobierno de Michelle Bachelet. Pero entonces, si estas demandas fueron respondidas, ¿cómo se explicaría el estallido social que hubo pocos años después en el 2019?
Carlos: Dani esa pregunta que planteas es clave, porque efectivamente gobiernos sucesivos desde el 2011 en adelante han intentado dar respuesta a demandas sociales entre ellas la educativa. El tema es que nos encontramos en el 2019 con un estallido social, que cambia la historia de este país, y pareciera que aun cuando se hubiera intentado dar respuesta a las demandas educativas había otras tantas que no estaban siendo atendidas, en dimensiones como salud, o como vivienda, o como pensiones, entre otras. Y llegados a este punto, la solución que se ofrece en el 2019 es crear una nueva constitución política que reconfigure la convivencia social en Chile y que, entre otras cosas, produzca una modificación en el área que a nosotros nos interesa, que es derecho a la educación. Bien, pues bueno, veamos entonces qué dicen nuestros entrevistados y entrevistadas a propósito de ese gran estallido de 2019.
Dani: Perfecto Carlos. Escuchemos entonces a Karina Delfino que nos va a comentar sobre las causas de este 2019.
Karina Delfino: Pero claro, yo creo que fue cada vez avanzando más y ya el año 2019 fue una revuelta. Ahí en el fondo estalla todo. Estamos todos choriados del sistema, de que los abusos, de la desigualdad, de que en el fondo gano poco, ahí ya es todo.
Carlos: Además de Karina, Clarisa Hardy nos ofrece una perspectiva para entender cómo es que se entiende este estallido del 2019 en un contexto de décadas de demandas.
Clarisa Hardy: Estamos hablando de 20 años de demandas de distintos sectores de la población. Todas ellas terminan por confluir con lo que se llamó el estallido del 2019. El 2019 fue una sumatoria de reclamos. Si uno salía a la calle, y las manifestaciones masivas que había, las más masivas que se recuerden. Pero la crisis tenía dos caras simultáneas: una era este fenómeno de fondo, que es una estructura social altamente desigual y un sistema político trabado, pero eso era lo más estructural. Simultáneamente había demandas ciudadanas que exigían una agenda más inmediata. Es la vida diaria de las personas, el encarecimiento, las demandas laborales, el abuso o el acoso escolar, etc. Son fenómenos del día a día que la política pública debe resolver. Todas estas estallan en el 2019 y uno si iba a la calle, encontraba letreros por las demandas regionales, por las demandas feministas, por la demanda de la educación, por demandas del trabajo, por demandas del sistema provisional, por demandas de un sistema de salud (que también al igual que el educacional tiene salud pública y salud privada de distinta calidad), etc. Eso fue el estallido de 2019, fue la sumatoria.
Dani: Y vale la pena resaltar, Carlos, que tanto la perspectiva de Karina como la perspectiva de Clarisa, responden a una posible interpretación de cómo analizar estos hechos del 2019. Pero por otra parte contamos con Raúl Figueroa, quien nos da también su perspectiva de lo que pasó ese 18 de octubre.
Raúl Figueroa: Asumí como ministro en un contexto que creo que es importante recordar. Es el contexto de los hechos de violencia que ocurrieron en Chile en octubre del 2019, fue un momento muy complejo en la historia nacional en el que se generó un estallido de violencia muy fuerte y que luego fue seguido también de amplias manifestaciones no necesariamente violentas. Entonces se combina un objetivo político mayor de un cambio estructural en el cual grupos más bien vinculados a partidos de centro izquierda han estado sistemáticamente en el fondo trabajando por esos cambios, se combina con hechos de violencia que de alguna manera marcan un punto de inflexión y lo siguen manifestaciones no violentas, sino que más bien masivas donde se exigen cambios poniendo la desigualdad como un eje central, que derivó luego en un proceso constituyente, en el que Chile está hoy día involucrado.
Carlos: Entonces, Dani, distintas explicaciones para un fenómeno social complejo como el ocurrido a partir de octubre de 2019. Distintas causas, distintas interpretaciones, pero lo cierto es que se abre un proceso constituyente tras ese estallido social. Una solución que puede ser entendida o no como la correcta, a propósito de los hechos acontecidos en el estallido de 2019. Este proceso constituyente que se vive en Chile y que hace poco tuvo como hito la entrega del borrador final el 4 de Julio de una nueva constitución que será plebiscitado en septiembre de este mismo año, no es el único antecedente reciente de un proceso similar, pues en el año 2015 la ex-presidenta Michelle Bachelet promovió un proceso constituyente que terminó con una propuesta de nueva constitución que fue entregada al congreso nacional en 2018, en el último mes de su mandato.
Dani: Así es, Carlos. Recordemos que el segundo periodo presidencial de Michelle Bachelet terminó en el 2018 y comenzó una nueva administración de Sebastián Piñera. Y en ese contexto, Carlos, un año y medio después es que se da el estallido social el 18 de octubre del 2019.
Carlos: Y con ese recuento que haces, Dani, ya nos permites ingresar a un debate clave. Porque estando nosotros situados en octubre de 2019, sabiendo que hay miles de personas en las calles de todo el país, planteando una serie de demandas, bueno, la pregunta que surge es: ¿Si acaso la creación de una nueva constitución es la mejor o la única respuesta posible? Porque lo cierto es que a ese estallido social sigue de manera inédita en nuestro país, un proceso constituyente que tiene, hoy día, discutiendo a 154 convencionales sobre las bases de una nueva convivencia social.
Dani: Bueno, muy impactantes los datos que nos estás compartiendo, Carlos, y nos ayudan a ver la magnitud del impacto que tuvo el estallido social que hubo en el 2019. Escuchemos, entonces, a Fernando Atria, a Clarisa Hardy y a Karina Delfino, para quienes la respuesta al estallido social estaría en la creación de una nueva constitución.
Fernando Atria: El movimiento del 2006 fue, creo yo, eficazmente neutralizado. Un movimiento que tenía una demanda transformadora se convierte, o se procesa, en términos de una demanda de corrección de aquí o allá. Y eso, el 2011 estaba claro. Por eso el 2011 fue tan fácil, que la demanda por educación se transformara en una demanda por una constitución.
Clarisa Hardy: Y por lo tanto había, por un lado, la salida constitucional, pero por otro, el compromiso de una agenda social de cambio sin necesidad de reformas constitucionales. Esa agenda social se congeló por la pandemia. Es decir, la pandemia congeló la agenda de la política pública y volcó enteramente los esfuerzos gubernamentales a la emergencia sanitaria y a la emergencia económica que provocó la pandemia. Y por eso, la canalización de ese estallido, termina siendo el abrir a un proceso constituyente que permita resolver finalmente lo que nosotros esperábamos que ocurriera, que es, qué nuevo pacto político y social puede darse la sociedad.
Karina: Y ya el año 2019 fue una revuelta, ahí en el fondo estalla todo. Y en el fondo, por eso hoy día estamos aquí tratando de hacer una nueva constitución en democracia, porque fue tan grande, que la única manera de canalizarlo institucionalmente es teniendo una nueva constitución.
Carlos: Bien, Dani. Entonces Fernando Atria, Karina Delfino y Clarisa Hardy consideran que la creación de una nueva constitución daría respuestas a ese estallido y a las demandas que junto a él aparecen. Pero en una mirada distinta de las cosas, tenemos a Raúl Figueroa para quien las movilizaciones del 2019 no tenían como objetivo la creación de una nueva constitución y por tanto lo que él sugiere, es que este proceso constituyente que se abre responde más bien a una interpretación, si se quiere, conveniente de ciertos sectores políticos.
Raúl Figueroa: Hablábamos hace un rato del 2019. Se genera esta convulsión, una violencia en la que nadie estaba de acuerdo, pero luego, una manifestación masiva en la que generó muchísimo consenso. Y el mundo político que se mira en el espejo de las manifestaciones y que las interpreta a su interés, para sus objetivos. Y se genera un nuevo espacio donde partidos políticos que habían visto que tenían siempre fijado un objetivo de un cambio estructural en términos de un ideario liberal, que es el que había marcado el desarrollo de Chile, y que es el que ciertos sectores más bien ligados a la izquierda querían cambiar, encuentran en lo que gatilla la violencia y en estas manifestaciones masivas un espacio para promover estos cambios sobre la base de una asamblea constituyente y una nueva constitución que no fue un clamor original de los movimientos sociales, sino que más bien fue una interpretación de ciertos grupos políticos y eso deriva en el proceso en el que estamos hoy día.
Carlos: Dos posturas, entonces, Dani, para explicar si acaso hay o no una relación estrecha, necesaria, entre el estallido social de 2019 y el proceso constituyente que se abre.
Dani: Así es, Carlos. Ese es un debate muy interesante, pero hay que saber además que no es el único debate. En medio de todo esto, lo que hemos visto es que hay muchísimas posturas, muchísimas interpretaciones y muchísimos hechos. Tenemos entonces un debate paralelo que tiene que ver con el hecho de que si las movilizaciones del 2006, del 2011 y del 2019 están conectadas entre sí, o si son sencillamente movimientos separados. Por una parte, entre nuestros entrevistados, compartieron su opinión Fernando Atria y Clarisa Hardy, quienes opinan que sí hay una relación estrecha, incluso llegándolos a considerar como una misma movilización en diferentes fases. Mientras que por otra parte contamos con la opinión de Sylvia Eyzaguirre, para quien estas movilizaciones no responderían ni a las mismas causas, ni a las mismas demandas. Escuchemos lo que nos dicen.
Fernando Atria: Yo creo que los historiadores del futuro van a tomar lo que comienza en el 2006 y termina en el 2019 como un proceso largo.
Clarisa Hardy: El movimiento del 2006 es interesante porque es el movimiento de los estudiantes secundarios. Y por lo tanto es un movimiento que antecede el del 2011 que es el movimiento de los estudiantes universitarios. Entonces, uno ve ahí el paso del sistema educacional a la universidad y cómo se va prolongando una demanda que se da al interior de todo el sistema educacional.
Sylvia Eyzaguirre: No, porque creo que, primero el 2006 fue un movimiento escolar, de secundarios, de establecimientos emblemáticos. El 2011 fue un movimiento especialmente Universitario. El 2019, el estallido social, tú no puedes ver cuál es la causa, la monocausa del estallido. Es multifactorial. Y por lo tanto yo diría que es, primero, de una magnitud radicalmente distinta, de una cobertura radicalmente distinta, de una transversalidad radicalmente distinta, y eso me hace pensar que los factores, las causas, son múltiples en distintas dimensiones. Una diferencia enorme para el gobierno que tiene que gestionar esas demandas, porque qué pasa, cuando tu me dices: Yo estoy en contra del cobro del pasaje del transporte que me está subiendo, es un tema de gestión-administración, y se resuelve con plata y es responsabilidad del gobierno de turno o del municipio de turno. Cuando tú tienes demandas políticas, y ejerces presión a través de la violencia que son las tomas, los paros, ¿cómo se resuelven las demandas políticas? Con la democracia, y cuando tú buscas la calle para imponer tus ideas políticas, te estás saltando el proceso democrático, entonces tiene una solución distinta. Entonces hay tenemos que entrar en la negociación política, en el parlamento para resolver el conflicto que está en la calle, pero en principio se debería resolver a través de la democracia y no de la gestión.
Carlos: Uy, Dani, entonces. Interpretaciones más, interpretaciones menos, lo cierto es que tenemos un proceso constituyente inédito en Chile que hace poco, el 4 de Julio tuvo como resultado la creación de un proyecto de nueva constitución que será plebiscitado el próximo 4 de septiembre. Y este texto de nueva constitución, Dani, incluirá una nueva regulación del derecho a la educación.
Dani: Uy Carlos, que momento tan importante no sólo para la educación sino en general para las reformas que se vienen en Chile. Y surgen muchísimas preguntas, como ¿qué va a pasar con la calidad, con la gratuidad, con la municipalización de la educación a raíz de este proceso que se está abriendo?
Carlos: Si, Dani. Es, no solo la reconfiguración de la educación como derecho, no sólo la expectativa de cuánto o en qué medida responde a las demandas estudiantiles y al debate público de las últimas décadas, sino que también es la reconfiguración de la convivencia social porque, digamos que, cambiará la configuración del Estado y cambiará el catálogo de derechos fundamentales que ese Estado debe asegurar a todos y todas en Chile.
Dani: Bueno Carlos, pues sabiendo que en el próximo capítulo nos vamos a enfocar en esto y en cuestiones como el derecho a la educación, el rol del Estado, la libertad… escuchemos a nuestros entrevistados que nos dan un abrebocas de lo que viene en nuestro episodio número 4:
Raúl Figueroa: Estamos en la fase final del proceso constituyente. Esta conversación se produce en la última semana en que el pleno de la convención constituyente está votando los artículos que luego van a tener que sistematizarse y ponerse a disposición de la ciudadanía para que en un plebiscito apruebe o rechace ese nuevo texto.
Karina Delfino: Yo creo que la discusión que está hoy en día en torno a la nueva constitución es súper importante para ir encaminando lo que se viene, pero evidentemente que también ahí se necesita un congreso que vaya caminando en la misma dirección y un gobierno que vaya caminando en la misma dirección.
Fernando Atria: En cualquier caso, el proceso constituyente chileno va a ser un proceso que va a tener impacto más allá de Chile, porque está en un momento bien especial. En un momento de crisis ambiental, en un momento de irrupción del movimiento feminista, en un momento del desencanto por el funcionamiento normal de las instituciones democráticas… Todas esas cosas son muy sentidas, muy fuertes en el proceso constituyente chileno y que evidentemente no son solo cosas chilenas y que no se van a aminorar en lo que viene, se van a agudizar. Así que es interesante pensar, desde el proceso constituyente chileno más allá de él mismo, y eso es algo que no se puede hacer mientras uno está en la convención justificando sus votos.
José Weinstein: El proceso constituyente es justamente una posibilidad muy grande de poder redefinir lo que son la educación y básicamente lo que es la educación pública, con mucha fuerza.
Carlos: Uy, Dani, buenísimo entonces lo que se viene en el próximo capítulo y final de esta serie Chile en movimientos, no sólo a propósito del debate constitucional sobre el derecho a la educación, sino que también este último capítulo estará referido a el programa del actual gobierno del presidente Gabriel Boric quien fuera líder estudiantil, como dijéramos antes en el 2011. Entonces el cuarto capítulo, que es el capítulo que nos deja ya en el 2022 que nos lleva hasta el momento presente en este recorrido nos tendrá por una parte mirando hacia el trabajo de la convención constitucional y por otra, mirando hacia la Moneda, hoy gobernada por un ex-líder estudiantil.
Dani: Claro que sí, Carlos, Universitarios ayer y Gobernantes hoy.
College students yesterday, politicians today
This is the third episode of the series “Chile in Movements”. If you haven’t listened to the first and second episodes, pause this one right now, and go back and start listening from there.
Carlos: Welcome to the third episode of the series “Chile in movements”. We are Daniela Hernández and Carlos Navia, and this is Aula Divergente, a FreshEd production in Spanish. Join us to learn about the period between 2011 and 2019 in Chile, where two historical milestones occurred that will help us understand what is happening today in this country. A history and a future reconstructed through the voice of its hosts and representatives from Chilean politics and academia.
Dani: That’s right, Carlos. Welcome, everyone. Incredibly, we are already in episode number 3. And as you mentioned Carlos, in this episode we are going to talk about 2 very important milestones that emerged after the Penguin Revolution that we talked about earlier. We now have the mobilizations of 2011 and the social outbreak that took place in 2019, which was the one that gave way to the current constituent process. And since we are going to talk about this period, Carlos, just as we did before, it is very important to me that we make a brief recapitulation of the governments that existed in this period, more or less from 2006 to the present.
Carlos: Sure Dani we have 2 presidents in 4 consecutive terms. We know from 2006 to 2010 Michelle Bachelet and it is during this time that the so-called Penguin Revolution to which we dedicated the previous episode takes place. From 2010 to 2014 the first government of Sebastián Piñera, and today we will have main characters from that administration as guests. That government is followed by the second term of Michelle Bachelet between 2014 and 2018. And we will also have the main character from that government. And finally, between 2018 and 2022, the second term of Sebastián Piñera took place, where the mobilizations of 2019 took place, which, as you said, opened the way to the constituent process that just ended, in the sense that, on the 4th of July, they delivered the draft of the new constitution.
Dani: That’s right Carlos, so we have two governments of Michelle Bachelet and two governments of Sebastián Piñera interspersed. And another thing Carlos, I think is key that we can highlight the fact that many of the leaders of the 2011 mobilization are the ones who now run the Chilean government. They are leaders who were university students at the time, and a little more than 10 years later, assume the government.
Carlos: Having made this count highlighting that there were two presidents, Bachelet and Piñera, during four periods, is important that we point out now that those two great coalitions that governed Chile, so to speak the center-left and the center-right, were interrupted by the onslaught of this current government of President Gabriel Boric, who was the leader in 2011 of the university mobilizations. Together, for example, with the current Minister of Interior and Public Security, Izkia Siches, or the current Secretary General of the Government, Camila Vallejos. And who is now in charge of managing the relationship between the government and the Chilean National Congress, Minister Giorgio Jackson.
Dani: Wow Carlos! What an incredible change the fact that these university leaders have now been chosen as leaders of the country. And I can easily imagine that there are many standpoints regarding this fact. But it is certainly undeniable to say that they have had the support of a broad segment of the population that finally ended up electing them as leaders and that they surely share the perspective that Clarisa Hardy expressed in the interview we had with her:
Clarisa Hardy: Chile needed a generational change. Not because of age. I speak of those who do not carry a backpack on their back from past conflicts and who are capable of seeing a future project from their standpoint in this society.
Carlos: Well Dani, having made this contextualization that allows us to understand the importance of the student mobilizations of 2011, which now has those leaders heading the government of Chile, what do you think if we delve into the demands of 2011 and listen to some of the main characters that we have had in Aula Divergente.
Dani: Perfect Carlos, well let’s start by listening to what happened through the voice of Clarisa Hardy.
Clarisa Hardy: This demand arises in the upper echelons of education precisely because what previous governments had resolved was educational access. Chile had one of the highest rates of accessibility to the school system, at all levels, in Latin America. However, the great demand was the segregation of the educational system, particularly in higher education, because since you had access to basic education and secondary education, the great strainer, the great discrimination occurred when entering higher education. And, additionally, with a great debate on the segregation of educational quality.
Carlos: Sure, and likewise it would be convenient to listen to José Weinstein:
Jose Weinstein: And I think the same thing happened with higher education from the year 2011 onwards. I mean, just as general education was mobilized and changed from a social mobilization that manifested significant citizen dissatisfaction, I think the same thing happened again in 2011 with higher education. Because the change in the General Education Law, let’s not forget, did not touch that chapter. And the student movement was responsible for remembering that there were things to touch on in that chapter.
Dani: And Cristian Cox also tells us his perspective on 2011.
Cristian Cox: Because remember, the expansion of the movement is from a politicized nucleus that has an indistinct discourse on what the neoliberal model is, etc. It spreads through the cities and all the corners of high school education where young people were not politicized. And they did not know the details of the Organic Constitutional Law of Education, but they did feel in their skin the possibilities of increasing the quality of higher education to which they had access, and is the result of previous reforms, that had a strong social class mark, of strata. And that is the basis of this movement.
Carlos: In part linked to what Cristián Cox tells us, we have the words of Karina Delfino.
Karina Delfino: I think that each time they advanced in these large mobilizations they incorporated more structural issues. That of 2011 incorporates a change in the constitution, that is, it links the fact that the quality of education cannot be improved without changing the constitution. You are already talking about tax reform. Things that we didn’t get involved in, we stayed only in the educational reform and in the issues that affected us as a school. I mean, deep down, every time I see a school that is in poor condition, I remember my school in poor condition; every time I listen to a person who has a need, I am reminded of the needs my mother had when I was little. So I think that having lived all this, having studied in a public school. Having felt the rage -I went to a small numbered school here in Quinta Normal, called the Republic of India, and later went to a large emblematic School at the Center of the city called Liceo number one- and to have felt that anger, to have left my classmates to go to the school next door, destined to get 400 points in the PSU and my mother being worried enough about me that she applied to a school in the Center of the city and that is why I got into a good university and that many others who had skills and abilities had to study in bad schools, not anymore. Deep down, that rage that hits you also serves to transform things, and today from a different perspective.
Dani: Well Carlos, I love the perspectives that we just heard because I think they give us a vision that goes beyond the legal claim itself and shows that these mobilizations arise from the frustration that these young college students lived in their experience. The difficulty that they experienced to access the university, to pay for the university admission test -the PSU-, among other things. And that is why, in the end, the demand was for free, quality public education. But, Carlos, what happened to those lawsuits afterward? Was there any response from the State?
Carlos: Key question, Dani. And to get closer to the answer, it would be convenient to listen to those who were part of the government at the time, who worked in the Ministry of Education, and who confronted these student mobilizations. We have, in this episode, the pleasant presence of Sylvia Eyzaguirre and Raúl Figueroa, who were then part of the first government of Sebastián Piñera in the area of education.
Sylvia Eyzaguirre: How are political demands resolved? With democracy. It is democracy that has to decide, right, it is through a government program, with the president that one elects and with the representatives and senators that one elects, what policies should be installed in the country. At that time, they elected Sebastián Piñera, a center-right president, from a party like national renewal, for a very clear program that did not understand those ideological values in education, and therefore, by force, he was imposing another political plan with other principles on education. And that is complex because that is resolved democratically.
Raul Figueroa: The structure of a subsidiary state based on individual freedom and in which individuals are participants in public policy had manifested itself strongly and the aim is then to modify that structure. And that starts, in some way, in 2008, with force in 2011 where the objective was no longer the modifications of the school world, but rather the financing of higher education, and then it materializes in part with structural reforms that were made during the second government of President Michelle Bachelet.
Carlos: Good Dani, two main characters of the time, from the Ministry of Education had to face the demands raised by the student movements of 2011. What Sylvia Eyzaguirre and Raúl Figueroa propose allows us to understand what the position of the government was, how was it that they approach the requests of the students, and what Raúl Figueroa says towards the end is key, who suggests that it is actually in the subsequent government, that is, in the second government of Michelle Bachelet between 2014 and 2018, when certain structural reforms would take place that accommodates the student demands of 2011. In a sense similar to that of Raúl Figueroa, Cristián Cox proposes that in fact, it was the second government of Michelle Bachelet where the student demands from 2006 were welcomed.
Cristian Cox: And then the second government of President Bachelet, the third post-penguin government period, passed three laws: a Law of Inclusion, a Law of New Public Education that dealt with the issue of municipal administration of education, and the Law of Teaching Career. All three can be read and interpreted through the prism of what happened in 2006.
Dani: For her part, María Isabel Díaz, whom we introduced in the previous episode and who was Undersecretary of Early Childhood Education in the second government of Michelle Bachelet, and who is currently summoned again for the same position in the Boric presidency, describes us in first person, how was her experience when implementing these laws that Cristián Cox tells us about:
Maria Isabel Diaz: If one puts into context that period of the administration of President Bachelet, it was one of the most structural reforms in the history of education in Chile. With more than 30 laws that we had to act on at different educational levels. Many of them, are quite structural laws for the system. One of the most significant changes that were experienced in that reform was known as the Inclusion Law, and what it did was to change the structure of the system and eliminate everything that had to do with profit on education, which was tremendously discussed, everything that had to do with the selection and with copay. So three factors had to be eliminated and it was not easy. That was leaving behind a tremendously neoliberal component. The second thing, well, what we did was to generate a new public education, which consisted of changing the administration, and what we did was that the schools that were located in the municipalities could move towards what is known as local services. And then, well, it went down in history, we led a work there that was divided into three areas, which were: continue to increase coverage on early education, raise this institutional framework, inject more factors that accompany educational quality and also improve the working conditions of the workers who work in the different establishments.
Carlos: Having placed this context, Dani, and what the student demands of 2011 imply, it would be good to carry out an exercise that we already proposed in previous episodes which consists of analyzing how the government of the time reacted to the demands of these movements. We saw at the time what happened in 2006. Now let’s see how in 2011 the ministry of education and the government at the time reacted to student demands.
Sylvia Eyzaguirre: Let’s see, the priorities of the government of Sebastián Piñera were first to strengthen the state’s quality education and to make the labor statute more flexible. The other major issue addressed by the Piñera government was strengthening early childhood education. That was one of the priorities. And how it changed, well, one of the great demands of 2011, in addition to these ideological demands, had to do with the CAE, with this state-backed loan that allowed many young people to enter higher education, but with very high debt rates of 5%, so we had to deal with students who were already graduated and who did not have the conditions to pay for that credit, carrying a backpack that was too heavy. And that was not on the government’s agenda, and to resolve the conflict, which was one of the key issues and the students were right, it was how we could renegotiate these debts and how to rethink a credit system that could allow students who do not have the resources to pay for their higher education to enter higher education, and who can then repay, the finance of that higher education, to the extent of their possibilities. And that was something that was done in the government of Sebastián Piñera and it was not on the agenda until the 2011 movement.
Dani: Very good, and although the government in power in 2011 had reacted to these student demands, as we said before, the deeper responses to these mobilizations took a little longer and took place mainly in the second government of Michelle Bachelet.
Carlos: Of course, Dani, in fact, the second government of President Michelle Bachelet, in 2014 what it did was to keep these demands in hand to build a government program that supports her presidential candidacy, and that government program that tries to be transformative addresses the main student demands of 2011. In this sense, we are going to listen to whom was the first sub-secretary of early education in the history of Chile, which is María Isabel Díaz, who worked with Michelle Bachelet in her second government between 2014 and 2018.
Maria Isabel Diaz: The vision of these thirty legal initiatives had precisely to do with structural changes. One was the public education system, the other was the teaching career, and the other one was to advance in a different public infrastructure that was shaping, for example, the construction of new kindergartens. Well, and everything that has to do with what is known as de-municipalization. All these were requirements that the students had been demanding for more than 10 years and finally a deep, structural decision was made to effectively achieve change.
Dani: Very well Carlos, because up to this point it is clear that each government has very different dynamics and timing. We have governments like the one of Sebastián Piñera that faced the mobilizations and had to see what he was doing concerning the agenda that he had already planned when he was elected as president. While there are governments, like the second one of Michelle Bachelet, who entered with a clear proposal on her agenda to include the demands that had been raised in 2011. And clearly, this also defines the type of response that each government gave to these mobilizations. Some proposed structural changes, while others had a response through concrete and more immediate actions. In any case, Carlos, I think it is very important that we can delve a little into the perspectives of these two governments -both Sebastián Piñera and Michelle Bachelet- in how they decided to address these social demands. On the one hand, we have the vision of Raúl Figueroa and on the other, the vision of Clarisa Hardy.
Raul Figueroa: It is very important to make it clear that government programs are made based on the needs of a country, and not necessarily on the demands of certain interest groups. And the great advantage that the governments of democratic societies have is that when they win, they do so because they had the support of broad citizen participation. And from that point of view, both in what was the first government of President Piñera and particularly in the second one where the educational issue had an important relevance in his campaign, the conclusion that one has to draw is that this program was supported by a large number of people who wanted those proposals and not others. And in that sense, I am very concerned, and here I am going to extrapolate your question a little, not only to students but also to various organized groups, and how at some points or governments, agendas are distorted based on servility to certain groups that capture larger interests.
Clarisa Hardy: And the first thing I find out as a minister, is that I discovered that the demands of popular organizations in the most vulnerable sectors were not the basic conditions of life, but these have already changed. They demanded free admission to the university selection test because their children could already access primary education, they could already access high school education, but they had clear limitations to entering higher education from the moment that they had to pay for the selection test. Bachelet’s first mandate, which was not contemplated in her program, was the gratuity of this test. That was a field discovery to perceive how the progress of society generated its deficits. In other words, there was a photograph that we did not see. As I said, there was myopia in the political system of what was happening in society. Myopia I fear subsists.
Carlos: Dani, it’s great to have listened to both Raúl Figueroa and Clarisa Hardy, which account for the plurality of visions that exist here on Aula Divergente. So we have, on the one hand, a belief that the government must be faithful to the program for which it was elected by the citizens, versus, a different belief that points to the fact that staying faithful to the program is one thing and the flexibility that the government must have when large demands appear that urge a response is another.
Dani: Well Carlos, but one thing is how these governments approached and responded to these mobilizations and these demands that were made in 2011, the important thing is that there was a response in both governments, both in the government of Sebastián Piñera and in the government of Michelle Bachelet. But then, if these demands were answered, how would the social explosion that took place a few years later in 2019 be explained?
Carlos: Dani, that question you raise is key, because indeed successive governments from 2011 onwards have tried to respond to social demands, including education. The issue is that we find ourselves in 2019 with a social explosion, which changes the history of this country, and it seems that even when an attempt had been made to respond to educational demands, many others were not being met, in other dimensions such as health, or housing, or pensions, among others. And at this point, the solution offered in 2019 is to create a new political constitution that reconfigures the social coexistence in Chile and that, among other things, produces a modification in the area that interests us, which is the Right to Education. Well then, let’s see what our interviewees say about that great explosion of 2019.
Dani: Perfect Carlos. So let’s listen to Karina Delfino who is going to comment on the causes of the 2019 social explosion.
Karina Delfino: But of course, I think it was progressing more and more and 2019 was already a revolt. Where everything exploded. We were all pissed off at the system, at the abuses, at the inequality, ultimately I earn too little, that’s all.
Carlos: In addition to Karina, Clarisa Hardy offers us a perspective to understand how this outbreak of 2019 is understood in the context of decades of lawsuits.
Clarisa Hardy: We are talking about 20 years of demands from different sectors of the population. All of them end up coming together with what was called the outbreak of 2019. 2019 was a sum of claims. Yes, one would go out into the streets, and there were massive demonstrations, the most massive ones in history. But the crisis had two simultaneous faces: one was this background phenomenon, which is a highly unequal social structure and a stuck political system, but that was the most structural one. Simultaneously, there were citizen demands that requested a more immediate agenda. It was the daily life of people, the increase in prices, labor demands, abuse or bullying, etc. They were day-to-day phenomena that public policy must resolve. All of these exploded in 2019 and if you went to the street, you found signs for the regional demands, the feminist demands, the demand for education, the demands of work, the demands of the provisional system, demands of a healthcare system (like the educational system, it had public and private healthcare of different quality), etc. That was the outbreak of 2019, it was the sum of everything.
Dani: And it is worth noting, Carlos, that both Karina’s perspective and Clarisa’s perspective respond to a possible interpretation of how to analyze the events of 2019. But on the other hand, we have Raúl Figueroa, who also gives us his perspective of what happened on October 18th.
Raul Figueroa: I took over as minister in a context that I think is important to remember. It is the context of the acts of violence that occurred in Chile in October 2019, it was a very complex moment in national history in which a very strong outbreak of violence was generated and that was later followed by extensive demonstrations that were not necessarily violent. So a greater political objective of a structural change was rather linked to center-left parties who have been systematically working for those changes in the background, combined with acts of violence that somehow marked a turning point and were followed by non-violent demonstrations, but rather massive ones where changes were demanded, putting inequality as the central axis, which later led to a constituent process, in which Chile is today involved.
Carlos: So, Dani, there are different explanations for a complex social phenomenon such as the one that occurred in October 2019. Different causes, and different interpretations, but the truth is that a constituent process opens after that social outburst. A solution that may or may not is understood as the correct one, regarding the events that occurred in the outbreak of 2019. This constituent process that is being experienced in Chile and that recently had as a milestone the delivery of the final draft, on July 4th, of a new constitution that will be plebiscite in September of this year, is not the only recent precedent of a similar process, since in 2015 former president Michelle Bachelet promoted a constitutional process that ended with the proposal for a new constitution that was delivered to the national congress in 2018, in the last month of her mandate.
Dani: That’s right, Charles. Let’s remember that the second presidential period of Michelle Bachelet ended in 2018 and a new administration of Sebastián Piñera began. And in that context, Carlos, a year and a half later, the social explosion occurs on October 18, 2019.
Carlos: And with that count that you do, Dani, you already allow us to enter a key debate. Because in October 2019, knowing that there were thousands of people in the streets throughout the country, raising a series of demands, well, the question that arises is: is the creation of a new constitution the solution or the only possible answer? Because the truth is that this social explosion was followed in an unprecedented way in our country, a constituent process that has, today, discussed 154 conventional about the basis of a new social coexistence.
Dani: Well, the data that you are sharing with us is very impressive, Carlos, and it helps us to see the magnitude of the impact that the social explosion that took place in 2019 had. Let us listen, then, to Fernando Atria, Clarisa Hardy, and Karina Delfino, for whom the answer to the social eruption would be in the creation of a new constitution.
Fernando Atria: The 2006 movement was, I think, effectively neutralized. A movement that had a transformative demand was converted, or processed, in terms of correcting certain things here or there. And in 2011 it was clear. That’s why 2011 was so easy, that the demand for education became a demand for a new constitution.
Clarisa Hardy: And therefore there was, on the one hand, the constitutional solution, but on the other, the commitment to a social agenda of change without the need for constitutional reforms. That social agenda was frozen by the pandemic. In other words, the pandemic froze the public policy agenda and entirely focused government efforts on the health emergency and the economic emergency caused by the pandemic. And for this reason, the channeling of that explosion ends up being the opening of a constitutional process that allows us to finally resolve what we expected to happen, which is, what a new political and social pact can society achieve.
Karina Delfino: And the year 2019 was already a rebellion, there in the background, everything exploded. And deep down, that is why we are here today trying to make a new constitution in democracy because it was so big that the only way to channel it institutionally is by having a new constitution.
Carlos: Good, Danny. So Fernando Atria, Karina Delfino, and Clarisa Hardy consider that the creation of a new constitution provided answers to this outbreak and the demands that appeared along with it. But in a different view of things, we have Raúl Figueroa for whom the 2019 mobilizations did not have the objective of creating a new constitution, and therefore what he suggests is that this constitutional process responds rather to an interpretation, if you will, convenient to certain political sectors.
Raul Figueroa: We were talking about 2019. The convulsion was generated, violence in which nobody agreed, but then, a massive demonstration in which a lot of consensuses was generated. And the political world looks at itself in the mirror during the demonstrations and interprets the demands according to their interest, for their objectives. And a new space is generated were political parties that had always set an objective of structural change in terms of liberal ideology, which has marked the development of Chile, and which is the one that certain sectors more closely linked on the left wanted to change, they found what triggers the violence and in these massive demonstrations a space to promote these changes based on a constituent assembly and a new constitution that was not an original cry of social movements, but rather it was an interpretation from certain political groups that lead the process in which we are today.
Carlos: Two positions, then, Dani, to explain whether or not there is a close, necessary relationship between the social outbreak of 2019 and the constituent process that is happening today.
Dani: That’s right, Carlos. This is a very interesting debate, but one must also know that this is the only one. In the midst of all this, what we have seen is that there are many positions, many interpretations, and many statements. So we have a parallel debate that has to do with the fact that the mobilizations of 2006, 2011, and 2019 are connected, or are simply separate movements. On the one hand, among our interviewees, Fernando Atria and Clarisa Hardy shared their opinion, they believe that there is a close relationship, they even consider them as the same mobilization in different phases. While on the other hand, we have the opinion of Sylvia Eyzaguirre, for whom these mobilizations did not respond to the same causes, or the same demands. Let’s listen to what they tell us.
Fernando Atria: I believe that historians in the future are going to take what begins in 2006 and ends in 2019 as a long process.
Clarisa Hardy: The 2006 movement is interesting because it is the movement of high school students. And therefore it is a movement that preceded the one of 2011, which was the movement of university students. So, one can see the transition from the educational system to the university and how a demand that occurred within the entire educational system is prolonged.
Sylvia Eyzaguirre: No, because I think that, first of all, 2006 was a school movement, of high schools, of emblematic establishments. 2011 was particularly a university movement. In 2019, during the social explosion, you cannot see what the cause is, the single cause of the explosion. It is multifactorial. And therefore I would say that it is, first, of a radically different magnitude, of radically different coverage, of radically different transversality, and that makes me think that the factors, the causes, are multiple in different dimensions. Very different for the government that had to manage these demands, because what happened, if you ask me: I am against the collection of the transport ticket that is raising prices, it is a management-administration issue, and it is resolved with money and it is the responsibility of the government on duty or the municipality on duty. When you have political demands, and you exert pressure through violence during the strikes, how are political demands resolved? With democracy, and when you take to the streets to impose your political ideas, you are bypassing the democratic process, so you have a different intention. So we have to enter into political negotiation, in parliament to resolve the conflict that is in the street, but in principle, it should be resolved through democracy and not management.
Carlos: Oh Dani. More interpretations, fewer interpretations, the truth is that we have an unprecedented constituent process in Chile that recently, on July 4, resulted in the creation of a new constitution project that will be plebiscite on September 4. And this text of the new constitution, Dani, will include a new regulation on the right to education.
Dani: Carlos, what an important moment not only for education but in general for the reforms that are coming in Chile! And many questions arise, such as what is going to happen to quality, free education, to the municipalization of education as a result of this process that is starting?
Carlos: Yes, Dani. It is not only the reconfiguration of education as a right, not only the expectation of how much or to what extent it responds to student demands and the public debate of recent decades, but it is also the reconfiguration of social coexistence because it will change the configuration of the State and it will change the catalog of the fundamental rights that the State must guarantee to everyone in Chile.
Dani: Well Carlos, knowing that in the next episode we are going to focus on this and on issues such as the right to education, the role of the State, freedom… let’s listen to our interviewees who give us a teaser of what is coming in our episode Number 4:
Raul Figueroa: We are in the final phase of the constituent process. This conversation takes place in the last week in which the plenary session of the constitutional convention is voting on the articles that will later have to be systematized and made available to citizens so that they can approve or reject this new text in a plebiscite.
Karina Delfino: I believe that the discussion that is taking place today around the new constitution is extremely important to direct what is to come, but there is also a need for a congress that is walking in this same direction and a government that is walking in this same direction.
Fernando Atria: In any case, the Chilean constitutional process is going to be a process that is going to have an impact beyond Chile, because it is in a very special moment. At a time of environmental crisis, at a time of irruption of the feminist movement, at a time of disenchantment with the normal functioning of democratic institutions… All these things are deeply felt, and very strong in the Chilean constitutional process and they are not only Chilean things that are not going to lessen in what is to come, but they are also going to become more acute. So it is interesting to think, from the Chilean constituent process beyond itself, that is something that cannot be done while one is in the convention justifying their votes.
Jose Weinstein: The constituent process is precisely a very great possibility of being able to redefine what education is and basically what public education is, with great force.
Carlos: Wow Dani, it is great what is coming in the next and final episode of this series “Chile in Movements”, not only regarding the constitutional debate on the right to education but also this last episode will refer to the program of the current government of President Gabriel Boric, who was a student leader, as we said before in 2011. So the fourth episode, which is the episode that leaves us in 2022 and takes us to the present moment in this journey, will have us on the one hand looking toward the work of the constitutional convention and on the other, looking towards La Moneda, today governed by a former student leader.
Dani: Of course, Carlos, college students yesterday, politicians today.
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